¿Sabías que contratar personas con discapacidad no es solo una responsabilidad social, sino que también reúne una serie de ventajas fiscales para las empresas? Aunque, en un escenario ideal, esta práctica debería ser adoptada de manera voluntaria, sin depender de imposiciones legales o incentivos, la realidad nos muestra que existen leyes que regulan este compromiso.

De acuerdo con los datos aportados por Odismet (el observatorio sobre Discapacidad y Mercado de trabajo en España) en 2017, la tasa de empleo para personas con discapacidad en edad activa apenas alcanzaba el 25,9%. Esta cifra, sin lugar a duda, servía como razón más que suficiente para iniciar la adopción de medidas que facilitarán la reinserción laboral de este colectivo. Dichas medidas se manifiestan a través de restricciones e incentivos destinados a las empresas.

En este post, te invitamos a explorar las responsabilidades que las empresas deben asumir con respecto a los trabajadores con discapacidad, así como los beneficios tanto fiscales como no fiscales asociados. Este recorrido no solo abordará la perspectiva normativa, sino que también destacará la importancia de la sensibilización y promoción de la inclusión laboral. Poniendo el foco en el talento por encima de las limitaciones.

 Contratar personas con discapacidad: un compromiso social y empresarial

Cuando hablamos de contratar a personas con discapacidad, es posible que, inicialmente, nos veamos influenciados por ciertos prejuicios, alimentados por la falta de conocimiento sobre la discapacidad en sí, las habilidades de la persona y el excelente desempeño laboral que pueden ofrecer. En la actualidad, nos encontramos inmersos en un entorno donde las palabras “avance” y “cambio” resuenan constantemente. Se nos bombardea con información sobre mejoras continuas en todos los ámbitos laborales, ya sea mediante herramientas digitales o la introducción de la IA.

Sin embargo, ¿qué sucede con el factor humano en este panorama de transformación? A pesar de que las mejoras también impactan en las condiciones laborales (conciliación familiar, horario flexible, teletrabajo), persiste la lucha por promover la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo. Aunque las cifras de 2022 revelan una tendencia positiva respecto a años anteriores, con una disminución del desempleo en este colectivo del 12, 55%, aún queda mucho camino por recorrer.

Con el objetivo de mejorar esta situación, la Ley General de Discapacidad ofrece beneficios significativos a estas personas a la hora de adoptar un puesto de trabajo. Esta ley establece normativas que todas las empresas, tanto públicas como privadas en España, deben cumplir. Además, la ley aborda cuestiones de respeto y dignidad al eliminar términos despectivos como “minusválido”, reemplazándolos adecuadamente por la expresión correcta: personas con discapacidad.

 

Requisitos para contratar a personas con discapacidad: más allá de la obligación legal

En primer lugar, es importante mencionar que, según la ley, las empresas con 50 o más trabajadores están obligadas a reservar el 2% para puestos de trabajo con diversidad funcional. Recordando como dato relevante que el grado de minusvalía reconocido tiene que ser al menos del 33%, independientemente de la discapacidad.

En el caso de las personas con discapacidad que buscan empleo, resulta fundamental que estén al tanto de ciertas cláusulas específicas presentes en los contratos indefinidos. Asimismo, es de suma importancia reconocer las bonificaciones y reducciones asociadas a la contratación de personas con discapacidad para mantenerse informado  y actualizado sobre la situación laboral.

No obstante, más allá de las obligaciones fiscales, la inclusión de personas con discapacidad en el ámbito laboral tiene un impacto positivo al fomentar la diversidad en el lugar de trabajo y promover un ambiente donde todos los empleados se sientan valorados.

 

Beneficios tangibles de contratar personas con discapacidad

Al explorar los beneficios tangibles que las empresas pueden obtener al contratar a personas con discapacidad, podemos destacar los siguientes puntos:

 Mejora del clima laboral y moral del equipo

Fomentar un entorno laboral inclusivo contribuye a una cultura corporativa positiva, donde se valora la diversidad y se promueven la empatía y el respeto entre los empleados.

Adaptabilidad y resiliencia

Las personas con discapacidad a menudo han desarrollado habilidades excepcionales de adaptabilidad y resiliencia, lo que puede ser beneficioso en entornos empresariales cambiantes y desafiantes.

Impacto positivo en la reputación de la empresa

La adopción de prácticas inclusivas mejora la imagen de la empresa, tanto interna como externamente. Esto puede atraer a clientes y socios comerciales que valoran la responsabilidad social.

Beneficios fiscales por contratar personas con discapacidad

En España, existen incentivos fiscales para las empresas que contratan a personas con discapacidad. Estos beneficios pueden incluir deducciones fiscales y créditos, proporcionando un estímulo financiero adicional.

 

Construyendo un futuro laboral más inclusivo y sostenible

Antes de concluir este artículo, queremos destacar un inspirador ejemplo de superación personal entre muchos que existen en el mundo. Nos referimos a la notable historia de Alex Roca, el primer atleta con parálisis cerebral permanente y un 76% de discapacidad física que logró completar una maratón. Su dedicación, persistencia y valiente lucha lo han consagrado como un referente de determinación y fortaleza, inspirando a muchos a desafiar sus propios límites.

El límite te lo pones tú, nadie te pude limitar” Alex Roca, discurso en los premios GQ Men of the year 2023.

Desde C.E.E. Apta, queremos transmitir dos mensajes importantes a nuestros lectores. Para aquellas personas con discapacidad que buscan empleo, les decimos que las oportunidades están ahí y les alentamos a seguir persiguiendo sus sueños sin permitir que nadie les limite. En el caso de las empresas, recordamos que todos tenemos los mismos derechos y es crucial reconocer y valorar el talento sin importar las diferencias.

Junto con la inclusión, los beneficios de la participación comunitaria también son de gran ayuda para contribuir a un entorno en el que siempre esté presente la diversidad y la igualdad de oportunidades.